El palacio se construyó «mirando hacia afuera» porque la intención primera era utilizarlo básicamente como pabellón de caza. Ocupa una superficie de siete hectáreas enmarcada dentro de un conjunto ajardinado de trazado regular dispuesto en tres terrazas, debido al desnivel del suelo, a las que se accede a través de escalinatas. A ellas se añaden una huerta y un parque agreste que prolongan la zona ajardinada integrando la arquitectura palaciega con la rural.
Si bien sobre el palacio hay referencias cronológicas que permiten intuir cómo fue su construcción, en el caso del jardín tenemos pocas e indeterminadas. Respecto a su finalización, la escritura de 1762 lo menciona como ya realizado o, al menos, previsto, pero es en 1776 cuando se da por concluido una vez que Manuel Álvarez finaliza la fuente de las Conchas, que había dejado sin concluir Felipe de Castro.
Esta fuente fue regalada al rey Fernando VII y desapareció del palacio de Boadilla para lucir en el lugar en el que se encuentra en la actualidad, en los jardines del Campo del Moro, junto al Palacio Real de Madrid.
El diseño general de los jardines se atribuye también a Ventura Rodríguez, si bien no resulta fácil determinar plenamente quién y cuándo diseñó el desarrollo del mismo. Sí se pude acreditar aquello sobre lo que se conservan planos y trazas de lo que inicialmente se configuró, lo que ha permitido recuperarlo lo más fielmente posible respecto al original.
Los jardines, que en su momento se concibieron en torno a la gran fuente central, se dividen en tres áreas diferenciadas: el nivel inferior, que se corresponde con las huertas, y las dos terrazas. La alta, en la zona de parterres, y las laterales, que en su día tendrían árboles frutales.
A la primera terraza se accede desde el interior del palacio y también desde el exterior a través de sendos portones; a la segunda se llega por tres escalinatas, de estilo italiano. Bajo los laterales de la terraza se encuentran dos galerías abovedadas hechas en ladrillo; en una de ellas hay aún un lagar con su piedra de moler y una gran prensa si bien en momentos anteriores debió de ser una zona de invernadero al estilo de la orangerie de Versalles.
En la parte central de la escalinata hay una gran sala abovedada con un pasadizo que conduce hacia las cocinas del palacio. Igualmente se encuentra una pequeña puerta que conecta con el exterior del conjunto, hoy cerrada, que daba a la zona extramuros, pero que forma parte del conjunto.
Galería izquierda bajo jardín (izquierda) y galería derecha bajo jardín (derecha)La bajada a la tercera terraza o huertas del palacio se realiza por escaleras más simples. En esta zona habría en su día árboles frutales y todo tipo de siembras para el autoabastecimiento del palacio. En los extremos, dos puertas permiten salir al exterior del conjunto.
Todo el recinto está vallado con murallones y paredes de ladrillo descubierto y a él se accede a través de cuatro portones neoclásicos realizados también en ladrillo.
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