Fotógrafos en Boadilla: Revista elegancias 1925

Fotógrafos en Boadilla: Revista elegancias 1925

Miguel Ángel García Valero

Historiador y arqueólogo

Las revistas preferidas por el público del primer tercio del siglo XX en nuestro país eran Mundo Gráfico (1911-1936) y Nuevo Mundo (1894-1933) en lo relativo a información de actualidad, Aire Libre (1923-1925) en deportes, la Esfera (1914-1931) en literatura, arte, ciencia y crónica social y Elegancias en lo referido a moda. Todas ellas estaban editadas por la compañía Prensa Gráfica que en aquellos momentos dominaba el ámbito de la prensa escrita en España, bajo los auspicios y control de la mayor productora de papel, Papelera Española, que también controlaría periódicos como el Sol y la Voz, la importante agencia de noticias Febus y la editorial Espasa Calpe.

La revista Elegancias constituyo durante tres años un referente en el ámbito nacional en lo referido a la moda de lujo.  Su director era Francisco Verdugo Landi (1874-1959) periodista y artista gráfico que fue director de la revista Nuevo Mundo, fundador de Mundo Gráfico, la Esfera y de la empresa Prensa Gráfica, acabando su trayectoria profesional como redactor de ABC.

El primer número de la revista elegancias se publicó de 1 de enero de 1923 y el último en junio de 1926 (número 49) y tenía una periodicidad mensual. A partir de febrero de 1926 la revista era quincenal y se publicaba los días 1 y 15 de cada mes y tenía un precio nada desdeñable de 23 pesetas la suscripción anual y tres pesetas cada número individual. La revista tenía incluso un delegado especial en París: Leo Merelo, con una dilatada experiencia en revistas de moda y que sirvió de enlace para estar al día con las tendencias del país galo.

La revista estaba dedicada a la mujer moderna y abarcaba un amplio espectro de temas en sus casi setenta páginas, si bien la moda femenina constituía el eje fundamental. Se editaba en un gran formato y buen papel e incorporaba numerosos fotograbados y magníficos dibujos de autores como Rafael de Penagos. Su portada era a todo color y solía incluir algunas páginas de moda en bicromía. Los anuncios publicitarios eran muy numerosos y curiosos con firmas existentes hoy en día como Loewe, Kodak o Casa de Diego fabricantes de abanicos y paraguas sita en la Puerta del Sol de Madrid.

El número de la revista Elegancias de junio de 1925, con 65 páginas, incluye artículos que llevan por título ecos de la moda, sombreros actuales, trajes para jovencitas, bagatelas parisienses, trajecitos infantiles para el estío, audacias y originalidades del sexto salón de la Moda de París, entre otros, y reportajes tan curiosos como cocineros de reyes, la mujer moderna y los institutos de belleza, arte culinario y galería de escritoras españolas. Este número también incorpora un interesante reportaje sobre el palacio de Boadilla del Monte.

El artículo de tan sólo dos páginas está firmado por Antonio Weyler, autor con amplia experiencia en artículos y reportajes sobre diferentes edificios históricos, algunos de los cuales se publicaron en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. Por su parte, las fotografías las realizo José María Díaz Casariego (1897-1967), reportero gráfico que trabajo en Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y La Esfera, autor de importantes reportajes durante la Guerra de Marruecos junto a su amigo y compañero Alfonso Sánchez Portela.

El artículo, de gran lirismo y con algunos errores históricos, describe las diferentes salas de la planta principal del palacio de Boadilla “…con lienzos firmados por Esteve, Lucas Jordán, Ribera, Van Loo, Esteban March y otros no menos valiosos, a más de excelentes copias de los grandes maestros…”.  Alude a un busto y retrato del hijo del Infante don Luis, escultura de la que no se tiene noticia de su existencia, al igual que cuando describe la capilla refiere que el altar mayor incorporaba un lienzo de Rafael Sanzio, hecho desconocido hasta el momento, hoy sustituido por otro de menos mérito.

Pero de todo el reportaje lo más significativo son las cinco interesantes fotografías de las salas principales de la primera planta y que aportan gran información sobre la decoración que tenían en aquel momento. La mayor parte del mobiliario corresponde al estilo imperio, propio de los primeros decenios del siglo XIX, con sillas, mesas y canapés que incluso podrían ser más tardíos. La decoración se define por importantes lámparas de araña, suelos cubiertos en su totalidad por alfombras de trenzado vegetal, paredes, cornisas y techos cubiertos por papeles pintados con motivos geométricos, vegetales y una suerte de figuras humanas en la cornisa de alguno de los salones, y de todo ello destaca la magnificencia de los espejos y cuadros que cubren en gran parte las paredes. En una de las salas se puede identificar el gran lienzo de Maria Luisa de Borbón y Vallabriga (hija pequeña del Infante don Luis) y su esposo Joaquín de Melgarejo, obra del pintor murciano Rafael Tegeo hacia 1832, otros cuadros representan escenas religiosas y los más son retratos. También hay que destacar la interesante información que proporciona la fotografía en la que al fondo se aprecia la escalera principal con las seis hornacinas con esculturas clásicas provenientes de la colección del Infante don Luis.

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